“Lunagato y ratón” de la editorial Muñeca de Trapo fue reconocido este año por la Fundación Cuatrogatos en Estados Unidos luego de que un comité de lectores tomara en consideración 1228 publicaciones para niños y jóvenes provenientes de 226 editoriales de 20 países. Cecilia Pisos y Ana Burroni (seudónimo “Katana”) cuentan lo relevante de este reconocimiento para un libro de haikus. “La poesía es esencialmente de los niños porque mira el mundo con sus ojos”, comenta Cecilia.
¿Qué impacto tiene ser reconocidas por la Fundación Cuatrogatos?
Cecilia Pisos: Es una alegría que hayan considerado el libro. Toda la selección que hace Cuatrogatos tiene una visibilidad muy grande, logrando comunicar toda la producción LIJ que se realiza en distintos países.
Ana Burroni: Un reconocimiento siempre es lindo. Además, te hace profundizar en el trabajo de otros colegas compartiendo y conociéndonos.
¿Por qué quisieron acercar este estilo de poética japonesa a los niños y niñas?
Cecilia Pisos: Hace años que hago talleres trabajando los haikus, que son una forma simple de acercar la poesía a las infancias. Con el libro me propuse descubrir cuántos poemas podía hacer con tres elementos, ya que dentro de la tradición japonesa está ese juego de las variaciones.
Ana Burroni: Soy amante de esa cultura y con Cecilia hemos coincidido en proyectos en los que Japón aparece de alguna manera. Más allá de lo estético, lo que me moviliza es la esencia de esa cultura que está presente en cualquiera de sus expresiones.
¿Por qué hacer un libro sobre el juego entre animales que tradicionalmente no se llevan bien?
Cecilia Pisos: Para mí fue importante sacarlos de esos roles que en el imaginario colectivo ya están establecidos. Es bueno jugar con eso para proponer una obra artística.
Ana Burroni: Nuestra idea también fue que aparezcan figuritas de los distintos personajes, poniéndoles diversos disfraces y así el lector los vaya descubriendo.
¿Qué significado tiene para cada una el personaje de la luna en esta historia?
Cecilia Pisos: La luna es un objeto poético y para nosotras es un personaje importante. Esta es cómplice del ratón, pero también del gato. Se vuelve la tercera en discordia, jugando un papel no tan pasivo.
Ana Burroni: La luna es inspiradora para escribir y dibujar. Me parecía un personaje maternal y contenedor que siempre estaba ahí observando.
¿Qué tan complejo fue elaborar un libro de poesía para la niñez?
Cecilia Pisos: La poesía es esencialmente de los niños porque mira el mundo con sus ojos. Cuando somos grandes se nos olvida el asombro que sentíamos por todo y se dice que el poeta lo que busca es recrear esa sensación. Yo escribo para las infancias hace mucho tiempo y he notado que para ellos es algo muy natural.
Ana Burroni: Con Muñeca de Trapo fue muy bueno cómo logramos alojar esta idea, arriesgarnos y que haya funcionado. Las personas piensan que si no están los personajes típicos los niños no lo van a entender y no es así, la idea es darle al lector la posibilidad de interpretar.
¿Cómo se sienten al ser reconocidas con una idea novedosa para el mundo editorial?
Cecilia Pisos: Nos damos cuenta de que vale la pena tomar riesgos y no ser condescendientes con la infancia. La poesía les muestra que las cosas no son estáticas y les genera una esperanza de utopía.
Ana Burroni: Es primordial confiar y creer en lo que uno tiene ganas de compartir al mundo y en nuestra voz propia, es una cadena de confianzas y apuestas.
¿Creen que es necesario un rol de mediador en libros que sean complejos?
Cecilia Pisos: El rol del mediador es vital en todos los géneros. La mediación tiene que acompañar y escuchar a medida que los niños se vuelven más autónomos con las lecturas. Esta no tiene por qué irse cuando aprenden a leer, ya que abre un espacio para la conversación.
Ana Burroni: El libro también es hermoso para adultos, entonces la lectura de este puede ser compartida entre niños y grandes.