La obra de la editorial Muñeca de Trapo cumple cuatro años desde su publicación y Ananda Sibilia, su escritora, comenta la importancia de generar historias que potencien el vínculo entre quien lee y quien escucha. En este sentido, “Ema y Pajarito tiene un lenguaje donde la presencia del mediador es fundamental, ya sea para precisar en el vocabulario o para provocar una conversación acerca de otras capas de lectura. En ese sentido, el libro promueve un encuentro entre ambas partes”.
—¿Por qué es relevante hoy hablar de “Ema y Pajarito”?
Pajarito sabe que tiene algo que lo define y que lo hace feliz, pero lo olvidó. Eso es algo que nos puede pasar a todos, incluyendo a los niños. Uno idealiza mucho la infancia, pero no todo es color de rosa: las situaciones de tristeza que le pasan a los adultos también les pueden pasar a los niños. Quiero mostrar que uno no siempre puede avanzar solo. Estamos bombardeados por discursos de superación individualistas y vacíos, yo creo que necesitamos más aliados, por eso está Ema, quien ayuda a Pajarito a superar su conflicto interno. Ella es su gran aliada.
—¿Por qué elegiste a un pájaro y a una mujer mayor como protagonistas?
Los pájaros representan la libertad, son pequeños y frágiles, pero increíbles a la vez. Con Ema muestro la relación que tuve con mi abuela y, a la vez, destaco las trayectorias que tienen las personas mayores. Las mujeres mayores están llenas de creatividad y eso se ve en Ema.
—El lenguaje utilizado en el libro puede ser complicado para los niños y niñas, ¿por qué fue importante utilizar un lenguaje no tan común para el lector?
Me gusta el acto de la lectura compartida y creo que hay libros que potencian la relación entre quien lee y quien escucha. “Ema y Pajarito tiene un lenguaje donde la presencia del mediador es fundamental, ya sea para precisar en el vocabulario o para provocar una conversación acerca de otras capas de lectura. En ese sentido el libro promueve un encuentro entre ambas partes”.
—¿Qué experiencias rescatas en estos cuatro años desde el lanzamiento del libro?
Publicar siempre fue un sueño para mí y también ver la historia ilustrada, por eso le escribí a Virginia Herrera, pensé que su trabajo tenía una sensibilidad que calzaba con el relato. Cuando conocí a Macarena Morales, Directora Editorial de Muñeca Trapo, se abrieron nuevas posibilidades para concretar la idea. Fue un aporte necesario porque hizo cambios precisos que llevaron el libro a otro nivel. Por ejemplo, con la gestión de Muñeca de Trapo ahora “Ema y Pajarito” está en cientos de bibliotecas de colegios y liceos municipales ¡y eso fue gratificante!
—¿Cuál ha sido tu objetivo al escribir literatura infantil y qué proyectos estás desarrollando?
Escribo porque necesito expresar algo, pero también siempre estoy pensando en las infancias, ya que es algo que me mueve. En marzo se publica mi segundo libro, que es de poesía, y estoy desarrollando dos textos más que hablan acerca de la belleza y la sensualidad.